La patología digital: de los microscopios tradicionales a las pantallas modernas.
En cuanto a la digitalización de la anatomía patológica, ¿cómo evalúas su estado actual en comparación con otras áreas de la medicina?
Yo tengo unos 12 años de experiencia trabajando como patólogo en varias clínicas y hospitales, y durante todo este tiempo, vengo observando cómo la tecnología ha ido transformando nuestras tareas. De todas formas, creo que la digitalización patológica está avanzando, pero de forma muy incipiente. Hay lugares donde ya se están haciendo algunos progresos, como en el Hospital Italiano, por ejemplo. Pero a nivel nacional, en Argentina, no es algo accesible para todos los patólogos, y tampoco es algo que se haya extendido de manera significativa. A veces se limita a unos pocos centros.
¿Cuáles crees que son los principales motivos de esta falta de avance?
El principal motivo es la falta de conocimiento. Muchos patólogos mayores ya tienen sus métodos establecidos y no están dispuestos a cambiar. Además, hay una actitud generalizada en la medicina, especialmente en la patología, de que no se necesita cambiar mucho. A nivel económico, los equipos necesarios para digitalizar son muy caros. Por ejemplo, un escáner puede costar más de 400 mil dólares, lo que limita el acceso a muchas instituciones.
En el día a día de los patólogos, ¿cuáles son los principales puntos de dolor que podrían resolverse con la transformación digital?
Uno de los principales puntos de dolor es la redacción de los informes. Muchos patólogos todavía usan herramientas como Microsoft Word, lo que es muy ineficiente. La carga de trabajo es enorme, ya que los informes deben enviarse por correo electrónico o impresos, y esto, a veces, lleva a que trabajemos horas extras fuera del horario laboral. Todo esto podría ser automatizado, lo que permitiría a los patólogos centrarse en tareas más importantes.
¿Qué otros aspectos del trabajo del patólogo crees que podrían digitalizarse, además de la redacción de informes?
Hoy en día, el escáner digital es una herramienta muy útil. Permite ver las muestras en una pantalla en lugar de usar un microscopio físico, lo cual facilita el análisis y la transmisión de los resultados. Además, permite trabajar de manera remota, lo que es un avance significativo en cuanto a la accesibilidad y eficiencia del proceso.
En simultáneo, se están desarrollando nuevos sistemas, como Integrando Pathology Suite, que viene a revolucionar la forma en la que trabajamos. Por ejemplo, ahora mismo estoy usando un desarrollo de patología que tiene más de 20 años y no está preparado para la era de Internet, entonces, el cambio hacia un software más moderno es realmente necesario.
¿Qué tan fácil es de usar Integrando Pathology Suite?
La idea es que sea lo más intuitiva posible, pero todavía está en la fase de desarrollo. De hecho, estimamos que este sistema será lanzado en marzo, y yo voy a ser uno de los primeros en probarlo y, si bien las funcionalidades aún no están completamente definidas, el sistema es bastante prometedor.
Entre otros detalles, este sistema será interoperable con los scanner, lo que permitirá automatizar los procesos, acelerando el ritmo de productividad, y ayudando a brindar un mejor servicio al paciente.
Hablando de la automatización, ¿crees que la digitalización podría poner en peligro el trabajo de los patólogos?
No, yo no creo que eso sea un peligro. Es más bien una herramienta nueva, como lo fue en su momento el teléfono móvil. Al principio, mucha gente pensaba que iba a eliminar ciertos trabajos, pero al final lo que hizo fue facilitar las tareas. Lo mismo va a pasar con la inteligencia artificial y las herramientas de diagnóstico digital. Los patólogos seguiremos siendo necesarios para interpretar los resultados, pero las máquinas nos ayudarán a ser más eficientes.
¿Cuál es el país de referencia mundial en términos de patología digital?
Sin duda, Estados Unidos es el líder en este campo. España también ha avanzado bastante, y países como China y Japón están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de esta tecnología. Sin embargo, algunos países aún no han logrado implementar la patología digital de manera eficiente en todos sus hospitales.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a los patólogos o centros de salud que estén interesados en incorporar la patología digital?
Les diría que no tengan miedo de adoptar estas tecnologías. La patología digital no solo va a mejorar la precisión de los diagnósticos, sino que también ayudará a reducir la brecha entre los patólogos más experimentados y los nuevos, permitiendo que la salud y los diagnósticos sean accesibles a más personas en todo el mundo.
